La caliza es una roca sedimentaria compuesta mayoritariamente por carbonato de calcio. También puede contener pequeñas cantidades de minerales como arcilla, hemanita, siderita, cuarzo, etc., que modifican (a veces sensiblemente) el color y el grado de coherencia de la roca. El carácter prácticamente monomineral de las calizas permite reconocerlas fácilmente gracias a dos características físicas y químicas fundamentales de la calcita: es menos dura que el cobre y reacciona con efervescencia en presencia de acidos.